Centrándonos en el partido en sí, no fue bueno, pero tuvo momentos de emoción y de ganas, pero no de buen juego, ya que por desgracia en estos momentos para el San Fernando eso, es otro cantar.
Delante un equipo el manchego, con oficio, con detalles, sólo algunos detalles de buenas maneras, muy asociado con la fortuna y que fueron suficientes para ganar, poco bagaje necesitó para doblegar al San Fernando, que luchó en la segunda parte con deseos, lucha y entrega pero no acompañado de la caprichosa suerte, ni tampoco del acierto final del que viene adoleciendo.
Podríamos decir que en este partido al margen de las ganas y entrega que en momentos demostró el equipo, faltaron otras muchas cosas.
No hubo una buena colocación sobre el campo, una defensa algo inocente y fallona, propiciada en parte por la poca ayuda que desde el centro del campo se le prestaba y un ataque en ocasiones inoperante.
Con esas armas, es muy difícíl meterle mano a un equipo como el Albacete y no bastó solo con la garra que se le puso en la segunda parte, puesto que con un marcador en contra y con un rival aliado con la efectividad, todos es más complicado.
Muchas cosas tienen que cambiar para revertir la situación, aunque el camino parece que se ha encontrado.
Confiemos en Masegosa, entrenador que sabe lo que lleva entre manos, tiene personalidad y ganas que seguro sabrá inculcar al equipo como hizo la temporada pasada... recordemos la mejor en cincuenta años.
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