El San
Fernando sale de los puestos de descenso tras su justa victoria ante el Arroyo.
El equipo
isleño cumplió las expectativas que ya dejó vislumbrar en tierras manchegas la
semana anterior y derrotó a un rival directo por la permanencia al que también
supera en el “goal average”.
En la portería “maldita” solo se marcan golazos como el de Ocaña ante
el Algeciras, o el de Carlitos hoy, y también ha sido testigo del primer gol
con la camiseta del San Fernando del isleño Adrián Gallardo, que lo celebró con
especial ahínco incluso besando el escudo del club.
Pero vayamos
al inicio al estadio Iberoamericano, con algo más de público pero quizás no
tanto como esta directiva y sus constantes iniciativas merecerían, comenzaba un partido una vez más de
reencuentros con ex jugadores, en este caso Berni, que abandonó el equipo en el
recién cerrado mercado de Invierno. Pasó sin pena ni gloria, eso sí, despedido
con aplausos porque en honor a la verdad, el chaval dio todo lo que tenía sin
suerte durante su andadura por el club.
Comenzaba el
San Fernando como los aficionados isleños venían demandando hacía tiempo,
apretando desde el principio y no concediendo esa extraña tregua que suele
conceder al rival en los primeros compases de los partidos en casa,… pero esta
vez la necesidad de sumar tres puntos y la concatenación de resultados
positivos para sus intereses en otros campos no daban lugar a otra cosa que lo
que se veía en el campo, intensidad, lucha, juego ofensivo dificultado por el
viento pero emoción y algún “uy” en las gradas.
Amagaba el Arroyo un par de
veces hasta que al cuarto de hora, en posición dudosa, Adri Gallardo se planta
sólo ante el meta Juanma y con todo a favor, dispara al muñeco y el guardameta
despeja el peligro ante la incredulidad de la grada que ya casi cantaba el
primero de la tarde.
Pareció que con el fallo clamoroso de Gallardo, el equipo
local le perdió la cara al partido y el Arroyo comenzaba a merodear el área
defendida por Valle, con algunas buenas jugadas del veterano Abel Buades y el
extremo Ruano, que hicieron sudar de lo lindo a la zaga isleña. Cuando el
partido se estaba enmarañando en batallas tácticas sin nada de atractivo para
la grada, Abel Buades soltó el brazo y agredió a Jorge Herrero en una falta a
favor del Arrroyo. El colegiado tinerfeño que estaba a dos metros lo vio y
rápidamente mostraba la roja directa al jugador de más calidad del equipo
visitante. Ni una protesta como no podía ser de otra manera. Era el final de la
primera parte. Se ponían las cosas muy a favor.
Pero cosas
del fútbol, el Arroyo salió muy entero en la segunda mitad, incluso inquietó un
poco al San Fernando que no se esperaba ser dominado por el equipo extremeño.
Pero fue
solo un espejismo, la entrada de Ocaña por un desacertado Cristián Terán, se
notó, y empezó a asociarse con Carlitos, y en una pared entre ambos, finalizó
con un pase de la muerte que aprovechó medio de rebote el fichaje estrella del
mercado de invierno, Adrián Gallardo, y festejaba como loco su primer gol como
azulino.
El San
Fernando se echó un poco atrás a pesar de que aún quedaba media hora de
partido, y aunque no sufrió demasiado, bien pudo haberle costado un disgusto, y
es que los nervios de estar ahí abajo se notan y mucho.
La sentencia llegaría
en una jugada entre Carrión, que acababa de entrar por Ernesto (de más a menos),
Iván (siempre cumple este año) y Carlitos, que quitó las telarañas de la
escuadra de nuestra querida portería del fondo sur con su pierna menos buena.
Ahí acabó el partido.
Victoria
merecida que debe suponer el espaldarazo definitivo y por qué no, el preludio
para la primera victoria fuera de casa y para más inri, en Melilla, aquel
equipo que nos terminó de despertar tan injustamente del sueño de la liguilla
del año pasado.
Salvador Martinez
Salvador Martinez